Aprovechando que es el 20º aniversario del estreno de Pulp Fiction, la película que consagró a Quentin Tarantino como uno de los grandes directores de la historia de Hollywood, y que el propio Tarantino ha anunciado que desea retirarse tras rodar la que sea su décima película (está rodando la octava actualmente), hoy vamos a empezar un ciclo sobre un director realmente especial, de los que no deja indiferente a nadie, o te gusta mucho o lo detestas. Seas de un grupo o del otro, lo que está claro es que es un director notorio, de los que crean tendencia. Sus icónicos personajes, con un estilo muy peculiar y particular, unos diálogos realmente brillantes, con un alto contenido de violencia física y verbal, escenas memorables, y presentando siempre sus historias de forma no lineal, Tarantino ha creado un estilo propio y casi único.
La música es otro de los puntos fuertes en sus películas, con bandas sonoras realmente cuidadas.
Consiguiendo siempre reunir repartos de lujo, con pesos pesados de Hollywood, y creando escenas que permanecerán para siempre en la historia del cine, Tarantino se ha ganado a pulso el derecho a hacer las películas que realmente quiera, y eso es algo que no todos pueden decir.
Sin más vamos con la que fue su película debut, Reservoir Dogs (1992), escrita por el propio Tarantino, y pensada en un principio para ser rodada e interpretada por él mismo y sus amigos de Video Archives, ante la falta de oportunidades y presupuesto, fue el productor Lawrence Bender quien tras leer el guion se lo hizo llegar a Harvey Keitel, quien co-produció y actuó en el mismo. Con Keitel en el reparto el resto de actores fue de gran nivel, reuniendo así un reparto de lujo, con Tim Roth, Steve Buscemi, Michael Madsen, Lawrence Tierney, Chris Penn, el propio Tarantino y el escritor ex convicto Eddie Bunker.
Reservoir Dogs narra la historia del atraco a un almacen de diamantes, por una banda de ladrones y criminales profesionales, que no se conocen entre si, contratados por Joe Cabot y su hijo Nice Guy Eddie. Usando nombres de colores mantienen el anonimato con el fin de proteger sus identidades tras realizar el trabajo. Así el sr. Blanco, sr. Marrón, sr Azul, sr. Rubio, sr. Rosa y sr. Naranja planifican minuciosamente el que debía ser un golpe rápido y limpio. Pero al llegar al almacén la policía les está esperando, y tras un tiroteo donde mueren el sr. Marrón y el sr. Azul los supervivientes se reúnen en un viejo almacén para esclarecer lo ocurrido, ya que todo apunta a que hay un soplón entre ellos.
Con continuos flashbacks e idas y venidas temporales, donde nos muestran los orígenes de algunos personajes, la película nos deja escenas brillantes, diálogos geniales y un estilo personal que seguirá en el resto de sus películas. La tensa relación y desconfianza que existe en los supervivientes y la búsqueda del traidor centra el grueso de la trama, con un desenlace muy Tarantino.
La escena de la cafetería donde los delincuentes debaten sobre la importancia y necesidad de dejar propina a las camareras, o la escena donde el sr. Rubio tortura a un policía forman parte de la cultura popular, y son un reflejo del estilo que Trantino imprime a sus películas y guiones.
La película resultó ganadora de múltiples premios en distintos festivales, en las categorías de dirección, guion y actuación. Recibió una gran acogida por parte de público y crítica, y sin duda situó a Tarantino en el mapa de Hollywood.
Los personajes creados por Tarantino dieron lugar a todo un negocio de merchandising, camisetas, muñecos, tazas, etc...
En definitiva una excelente película, que marca y enseña las señas de identidad de Tarantino, que ya en su debut dejó claro que no dejaría indiferente a nadie.
Para todo aquel que por alguna extraña razón aun no la haya visto, la recomiendo al 100 %
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