martes, 9 de diciembre de 2014

Los niños del Brasil, de Ira Levin


"Noventa y cuatro hombres tienen que morir en las fechas señaladas y en un plazo de dos años y medio. Todos tienen 65 años. Su muerte constituye el último paso de una operación a cuyo éxito tanto yo como la Organización hemos dedicado muchos años, un gran esfuerzo y buena parte de nuestra fortuna. La esperanza y el destino de la raza aria dependen del resultado."


Así comienza uno de los libros que más impacto me causó al leerlo con 16 años. Recomendado por mi profesora de genética, caí en las garras de esta impresionante historia, que parte de esta base: el asesinato de un centenar de hombres, al parecer sin nada en común; de diferentes nacionalidades y ocupaciones. Sin embargo, por algún extraño motivo, están en una lista negra y empiezan a morir. 

Los niños del Brasil fue escrito en 1976. Aunque el tema que trata puede no parecer tan sorprendente en los tiempos que corren, al leer un libro siempre intento situarme en su marco histórico para comprender el alcance de su contenido. Y es innegable que fue innovador por las técnicas y cruel en su argumento, con un científico loco, frío y calculador. 

Partiendo de un personaje real (aunque la trama es ficticia), nos relata las vivencias y esfuerzos del Dr. Josef Mengele, acérrimo seguidor de Hitler, quien después de la segunda guerra mundial se refugia en las selvas brasileñas donde monta un laboratorio y comienza a clonar (once clones en total) a su ídolo. Es quizá este tema el que más inadvertido pasa en la novela y que quizá hoy en día hubiera podido atraer a más lectores: el exilio de los nazis en Sudamérica.

Para no desprenderse del factor ambiental y educativo de los pequeñines, Mengele trata de recrear y reproducir cada uno los episodios que marcaron la vida del líder nazi. Así que escoge a 94 familias en circunstancias similares a las del propio Hitler y les entrega uno de sus clones a cada una, para 14 años después, organizar una matanza de todos los padres adoptivos, así como ocurriera en la vida del verdadero Hitler. 

Al otro lado de la conspiración, nos encontramos al protagonista, al bueno, al que todos tomaron por loco. Lieberman será el encargado de destapar toda esta conspiración y evitar así la instauración del IV Reich. A lo largo de la novela descubrimos dos personajes totalmente opuestos y a la vez parecidos: dos viejos sin apoyo económico ni moral para los que el tiempo juega en contra y que no consiguen despegarse de sus pasados de viejas glorias, ya sea como alabado científico loco y mano derecha del Fuhrer o como aclamado cazador de nazis.

Magistralmente protagonizada por Gregory Peck y Laurence Olivier, la adaptación cinematográfica de esta obra literaria, rodada en 1978 por Franklin J. Schaffner, es bastante fiel al libro, lamentablemente con un guión demasiado "literal" en algunas ocasiones. Los niños del Brasil se convirtió en una de las primeras películas en tratar temas como la clonación y duplicación humanas que posteriormente han dado para numerosas historias escritas o filmadas, motivo por el cual hay que adentrarse en la historia siendo consciente de los años que lleva ya a sus espaldas.

Entrada publicada originalmente en la web amiga: el Buscalibros

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