martes, 20 de enero de 2015

El Atlas de las Nubes, de David Mitchell

» Ficha técnica

Hace un par de años vi un trailer en el cine que me hizo rogarle a mi chico una y otra vez que me regalara un libro: El Atlas de las Nubes, de David Mitchell. Y en esa ocasión (a diferencia de muchas otras) quiso el destino que no me fallara la intuición, ya que disfruté sobremanera leyendo estas ¡6! historias que se cruzan y se entrelazan a lo largo de la historia. 



Me explico. El Atlas de las Nubes requiere atención, paciencia y tiempo, no es una lectura ligera pero atrapa sin quererlo. El argumento se basa en seis historias, seis vidas, seis experiencias vitales que ocurren cronológicamente del principio a la mitad del libro, y que decrecen cronológicamente de la mitad al final. ¿Confusos? Está bien, seguimos. Cada decisión de cada personaje afectará a la historia siguiente puesto que todo es una red bien tejida en la que cada movimiento afectará en mayor o menor medida a su homólogo en su historia siguiente. 

¿Aún me estáis leyendo? De acuerdo, para liaros más, comentaros que (en la versión cinematográfica) sólo 6 personas llevan el peso de las historias siendo aquí más patente que en el libro que los personajes fluyen a lo largo de la historia. La curiosidad de la versión escrita radica en las diferentes topografías, dialectos y formas de comunicación de cada una de las historias.

Estos 6 relatos transcurren desde el siglo XIX hasta un futuro postapocalíptico. El Atlas de las Nubes comienza con la historia de Adam Ewing, quien relatará su tortuoso viaje en barco en el siglo XIX escribiendo un diario, que años más tarde llegará a las manos del compositor Robert Frobisher, quien compondrá "El Atlas de las Nubes" tres años antes que estalle la II guerra Mundial. Esta canción la encontrará una periodista de los años 70 en una tienda de discos. Y no quiero desvelar más, ya que como éstas aún le suceden 3 historias más, con un filo hilo de conexión, llámenle karma casualidad o como quieran hacerlo. Al llegar a la mitad de libro, la historia deshace su intrincado nudo y vamos resolviendo cada una de las historias en un viaje lleno de emociones: ira, ternura, traición, confianza, y por encima de todo amor.

La esencia de la(s) historia(s) es comprender que da igual el medio (carta, diario, música, o incluso un telefilm antiguo), lo esencial es el MENSAJE y como éste cala en generaciones venideras o es capaz incluso, de cambiar por completo el curso de la historia. Me quedo aquí con una de las frases que leí en su momento, en plena promoción de la película: ¿Es posible que cuando alguien plasme una melodía o escriba una carta esté brindándole al futuro un legado? 

Entrada publicada originalmente en la web amiga: el Buscalibros

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